Merydeis
La empatía como nuevo factor fundamental en la empresa
Carmen Estévez, Purchaising Department en Merydeis, a 5 de Febrero de 2021
Cada día se invierte más en desarrollar la comunicación y el feedback. Sin embargo, se olvida que el paso previo es la empatía, pues si fuéramos más empáticos, nos comunicaríamos mucho mejor.
Para empezar, el primer problema es que no se sabe lo que realmente qué es ser empático. Se confunde con sentir como el otro, ponerse en su lugar, estar en sus zapatos… y, realmente, aunque lo definamos así de forma coloquial, a la hora de aplicarlo estas definiciones nos lo ponen muy difícil. Básicamente, porque es imposible sentir lo que siente otro ser humano.
La empatía, tiene que ver con entender al otro, comprenderlo, y aunque no pueda prescindir de mis creencias, valores y costumbres que me influyen –porque no puedo dejar de ser quien soy–, sí puedo ver a la otra persona, escucharla y entender sus motivos. Y todo a pesar de mi propia historia personal, construida con mis creencias, valores y costumbres. Una vez que entiendo al otro, ya puedo sentirme de forma parecida, pero nunca igual.
Desde este punto de vista, la empatía es muy útil y rentable para las empresas… En el trabajo, la empatía siempre genera un beneficio, me olvido del Ego, escucho y entiendo los puntos de vista de los compañeros, comprendo que no sólo vale mi idea, sino que valen las ideas de cualquiera que realmente sean efectivas. Entendiendo a mis compañeros resultará más fácil trabajar por un objetivo común, velar por nuestros intereses y, por ende, los de la empresa.
Si conecto con mis clientes, con sus emociones, si soy capaz de ponerme en su lugar, conoceré más fácilmente sus necesidades y podré prestarle la ayuda necesaria para ofrecerle mis servicios y productos, podré ofrecerles lo que realmente desean o necesitan. Además, desarrollando la empatía generaré un vínculo afectivo con ellos que hará que me tengan en cuenta en siguientes ocasiones.
Cuando el líder de una empresa empatiza con su equipo, transmite calma, serenidad, escucha y tiene en cuenta sus ideas, la confianza es recíproca. Los hace sentir importantes, su equipo es fuerte, está unido, se comunica… rema en la misma dirección. Los vínculos de afecto entre los miembros de un equipo promueven la confianza y la colaboración. Un equipo es mucho más que una simple colección de personas que aportan su contribución individual, y eso un líder lo sabe.
Hace tiempo leí que una empresa sin empatía tiene los días contados, y es que hay que tener en cuenta a las personas, sus emociones, circunstancias, intereses, su satisfacción e implicación con el trabajo, así como su entusiasmo y felicidad en el día a día. Ello no es posible si no existe la empatía. Para estar cara al público, para que funcionen las relaciones entre compañeros o para que podamos entender a nuestros jefes. Esto nos llevará a que nos sintamos mejor en el trabajo y nos impliquemos más.
“Recuerda que de la conducta de cada uno depende el destino de todos”
ALEJANDRO MAGNO.
